De las cien, y quizás, más torres que contraseñaron el perfil de la ciudad medieval hoy quedan íntegras sólo cinco: tres en la plaza de la Universidad y dos en calle Luigi Porta. Datan al siglo XI XII, son construidas de ladrillos, con caña que se encoge hacia arriba: absolvieron tareas sobre todo simbólicas, representando físicamente el poder de la familia a la que pertenecieron.

Restos de torres de menores dimensiones hoy son todavía visibles, englobados en muchos edificios. La Torre Cívica, ubicada junto a las catedrales medievales y coronada en el siglo XVI con una logia marmórea en función de celda campanario, cayó ruinosamente en el 1987 y ahora son visibles los restos.